Felicidad Vs Tranquilidad

Por: Ing. Lennin Javier Piña 12 de diciembre del 2019

Buscando el sentido epistemológico, la real academia de la lengua española define felicidad como “estado de grata satisfacción espiritual y física”, en cambio la tranquilidad es el estado de calma, serenidad o paz, que experimenta una determinada persona o individuo; otras fuentes exponen la tranquilidad como la ausencia de angustia, miedo, culpa o dolor.

Comúnmente se suele pensar que ambos términos son sinónimos, sin embargo, luego de analizar e interiorizar hechos recientes en mi vida personal he llegado a la conclusión (tal vez equivoca) de que, aunque Felicidad y tranquilidad tienen una estrecha relación quizás hasta simbiótica, es posible alcanzar una indistintamente de la presencia o no de la otra.

Son muchos los autores y personalidades que han escrito sobre el tema de la felicidad, esto ha hecho en cada persona, sociedad, religión ideología, etc. Una meta con el cual se encuentra o no “sentido a la vida”. la carrera de la vida sobre todo la del adulto contemporáneo busca una serie de satisfacciones a las que definimos como felicidad, en la sociedad del consumo hay quienes podrían entender que esta felicidad esta relacionada con el “tener” o tal vez con lo que se puede hacer con lo que se tiene.

Independientemente de la opinión y las ideologías que podrían ser o no validas para algunos grupos y personas, no es menos cierto que todos, absolutamente todos buscamos esa sensación “Felicidad”. En mi opinión, muchos nunca llegan a alcanzarla (o por lo menos nunca creen haberla alcanzado) por pensar que la misma es un clímax excelso y que no trae consigo ninguna otra situación de preocupación o inconformidad. Es lo que llamaría “La utopía de la Felicidad”

Ahora bien, ¿Qué sucede cuando la felicidad no es completa? ¿depende de alguien más además de mí? ¿Es posible ser feliz y vivir con alguna insatisfacción? Son muchas las cuestionantes sobre este tema,

“El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”. Sócrates (470 a. C. – 399 a. C), empero es necesario entender a que se refiere con menos, podríamos entenderlo con: Menos amigos, menos deudas, menos problemas familiares, menos trabajo, menos ataduras sociales, etc. En mi opinión la capacidad de disfrutar de “menos”, deja por entendido que la felicidad no elimina los retos, desafíos y vicisitudes de la vida misma, sino que nos debe permitir la calma, serenidad para disfrutar la vida aun con ellas.

Si recordamos la definición de tranquilidad, entonces habremos encontrado la relación entre esta y la felicidad. Significa pues que la felicidad es una decisión de tranquilidad que debemos asumir para vivir en calma, serenidad o paz para disfrutar como dice Sócrates con menos preocupaciones. Otro autor podría complementar lo dicho por Sócrates. “La felicidad depende de nosotros mismos”. Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.), es una decisión personal de buscar “mi propia tranquilidad”.

Lo difícil mas que plantearlo, es llevar todo esto a la práctica, ya que antropológica, cultural, social y hasta moralmente el ser humano esta estructurado para relacionar la felicidad con otras personas o grupos relacionales, es normal que existan desacuerdos o discrepancias en estos grupos que pueden ser laborales, familiares, sociales, etc.

Poder lidiar cotidianamente con todas interacciones y buscar esa sensación de bienestar, calma, serenidad o paz (lo que anteriormente definimos como tranquilidad), reduciendo otras sensaciones de angustia, miedo, culpa o dolor podría llevarnos a entender o sentirnos a la vez un “estado de grata satisfacción espiritual y física” que es la definición de felicidad inicialmente definida en este artículo.
Es nuestra la decisión de trabajar para lograr nuestra felicidad, al margen de todo y de todos es una decisión personal y una meta individual, que lejana de la definición Utópica de felicidad, es la realidad tras la que cada persona debe correr. Y es que tal como dijo Henry David Thoreau (1817 – 1862): “La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención a otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro”.

Recuerda, no controlamos lo que nos pasa, lo que si podemos controlar es como reaccionamos con ello, al final todo es cuestión de decisión y la decisión es nuestra.

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